entradas dobles

Hoy tengo dos entradas importantes que subir:

1.- La primera es acerca del Eros o erotismo, donde añado también fragmentos de lo que vimos en literatura o, para recalcar el mérito, en la ayudantía de Pablo (conocido también como Ulises o Telémaco).

2.- En segundo lugar les cuento una desagradable anécdota de hoy en el metro, para ponerle un poquito de condimento al asunto, ahí entre gritos, combos y patadas es casi imposible concentrarse en un máldito glosario de arte (lleno de puros conceptos que ya sabía [para jactarme de lo aplicada que soy]).

Los invito a leer con paciencia ambos texto, de lo contrario pueden elegir el que más les llame la atención (si la paja los invade) y leerlo tratando, si es que se puede, de dejar algún comentario productivo.

1.- el Erotismo

¿Qué es el Eros?
El Eros se entiende como una fuerza o motor muy relacionado con el deseo, el placer y la lujuria. El impulso sexual comprendido como una fuerza de la naturaleza profundamente ligada a la procreación y que era capaz de enajenar al individuo.
Hesíodo* presenta al Eros como un dios creador. En el sentido de la divinidad, el Eros podía ser atribuído a diferentes dioses, lo que daba a su poder diversos enfoques (para bien o para mal).

La relación del Eros con el cuerpo era mediante el padecimiento de transtornos porvocados por la interacción física, en esto era primordial el sentido de la visión ya que para los griegos era a través de esta que el Eros entraba al cuerpo codificado como una idea cultural de belleza. El Eros permitía la idealización de la persona y la vista confirmaba este ideal.

El Eros era visto como un impulso incontrolable, la respuesta a la voluntad de los dioses contra la cual no se puede luchar. Se le atribuye la manía o locura, que la lírica formulaba como transtornos fisiológicos (enajenación, ebriedad,etc). El Eros tomaba también eventos de la naturaleza, así como el fuego o el viento para demostrar sus síntomas.

Amante - - - - - - - - Amado
Divinidad

El amado es el objeto de deseo, y la divinidad el origen o fuente del deseo (divinidades tales como Afrodita, Eros e incluso Dioniso).

*Autor de la Teogonía y de "Los trabajos y los días"

Fragmentos:

Solón "Sus muslos y su boca"
Hasta que se enamore, en plena lozanía, de algún joven
sus muslos deseando y su boca tan dulce

(relata un amor entre hombres)

Safo de Mitilene "La pasión"
Un igual a los dioses me parece
el hombre aquel que frente a ti se sienta
de cerca , y cuano ríes

seductora. Esto -no hay duda- hace
mi corazón volcar dentro del pecho.
Miro hacia ti un instante y de mi voz
ni un hilo ya me acude,

la lengua queda inerte y un sutil
fuego bajo la piel fluye ligero
y con mis ojos nada alcanzo a ver
y zumban mis oidos;

me desborda el sudor, toda me invade
un temblor, y más pálida me vuelvo
que la hierba. No falta -me parece-
para estar muerta.

(Safo era una mujer de Lesbos)

Anacreonte "La de Lesbos"
Otra vez su pelota color púrpura
me arroja el rubio Eros
y me invita a jugar con una niña
que calza unas sandalias de colores.
Pero ella -que es de Lesbos
la de nobles calles- cuando ve mi pelambre
ya blanca la desprecia
y entreabre su boca en pos de otra.

(desamor por la vejez, la niña tenía un amor con otra de su mismo sexo)

2.- la Anécdota

Llegó ese anhelado momento de tomar el metro para irse a casa, tarde como siempre.
Me subí al segundo tren que llegó (estaba en E.Militar) y alcansé a sentarme al lado del pasillo, apoyé el bolso en mis piernas y saqué rápidamente esos malditos documentos de historia por mil, entre los cuales encontré el glosario de Arte Antiguo que me interesaba leer.
En un momento vi pararse a la niña que iba sentada frente a mi para cederle (cariñosamente) el asiento a un caballero.
*Importante: Al sentarme me puse el mp3 a todo chancho para evitar el bendito bullicio que regala el metro día a día.
El caballero en cuestión se sentó refunfuñando, y algo me dijo (la experiencia quizas) que se las iba a agarrar conmigo, y efectivamente no me equivocaba. Al rato de haberse sentado siento en mi rodilla dos insistentes golpeteos, alzo la vista y el viejo: "¡Cédale el asiento al caballero, no ve que está cansado!", todo con un acento agresivo y un volumen muy alto. Lo miré (prendiendome en ira por dentro) tranquila, y sacándome burlonamente un audífono del oído le pregunte: "Disculpe, ¿que dijo?" me repitió nuevamente con el afán de discutir, me di vuelta (sin pararme) y le pregunté al caballero que él señalaba y que estaba al lado mio: "Disculpe ¿se quieres sentar?" y su respuesta fue simplemente honorable: "¡Noo! no se preocupe, siga estudiando noma' " ¡que gratificante!
Al rato después, la amorosa zorrita ingenua levantó su mochila y sus bolsas ruidosamente del piso y se bajó, seguramente esto fomentó la rabia injustificada del viejo contra mi. Bastó un segundo para que atacara nuevamente: "Le dije que le cediera el asiento al caballero ¿cómo es posible? (mp3 a full) ¡puede hacer eso en su casa! (refiriendose a mi estudio) dele el asiento a la señora pue' " en ese momento me hubiera gustado tener al alcance algún arma de destrucción masiva, porque algo que me saca de quicio es la gente ignorante.
Un poco sabiendo, un poco olvidando, el que llevara el mp3 a full implicaba que para escucharme tenía que hablar necesariamente más fuerte, así que imaginense el diálogo con un volumen bastante alto: "¡Bueno, el caballero privilegió el que yo fuera estudiando! ¡Además uno sale tarde de la u' y tiene que seguir leyendo! (venía de la casa del Seba pero que importa falsear la identidad con tal de tener la razón no cierto?) Señora ¿se quiere sentar?" la vieja no era na' de tonta OBVIO que prefirió sentar su cuerpazo antes de fomentar una buena discusión de metro (por la cual yo me sentía ansiosa). Me paré lentamente, mientras la vieja se disponía :"Sí sientese pa' que el caballero llegue tranquilo a su casa" , el tono irónico sólo dejo de hacer eco cuando por inercia le hice al viejo un gesto con la mano de "pobrecito" acompañado de un: "Sí, sí sí" como respuesta a su:" Si es necesario ubicarlos...". Subí el volumen de la música y seguí leyendo envuelta por la mirada del vagón completo.
Llegando a Ecuador sentí en mi hombro un leve golpeteo. Ya dispuesta a sacarle los cuatro dientes de un zarpazo, me giré y vi a mi lado un caballero alto como de unos 36 38 años: "Acá se baja el viejo así que..." e hizo con su cara el gesto para que me volviera a sentar, sonriendo le agradecí pero yo también me bajaba pronto. Al levantar la vista me fijé que una señora cerca de la puerta me miraba sonriendo con cara de "weón que onda", me reí para mis adentros pensando un poco en "sabe convertir en buena, una mala causa" -Apología de Sócrates-

así y todo

Así era de extraño cada vez que me detenía ante el espejo. Mis manos que en algún momento eran suaves y elásticas ahora las veía cubiertas de marcas, verdaderos surcos por donde veía fluir la sangre. Mi cara ya curtida por el sol blanquesino de la nieve ocultaba esos rasgos que eran para el resto, bellos. El pelo comenzó a florecer por todas partes, así como la tierra se abre para dar paso a una tímida planta con su extraña raíz, de esta forma se abrían mis poros para dejar pasar estos pelos como lana. Las pequeñas callosidades escondidas bajo mis pies y las palmas de mis manos, se transformaron en furúnculos duros como piedra, que apenas sentían. Mi apetito creció desmesuradamente, y con el correr de los días y meses comenzé a engordar.
La expediciones en el polvo-nieve, se hacían más frecuentes (a ello atribuía todos mis cambios), según mi jefe se debían a los rápidos cambios climáticos que cerrarían de un momento a otro el paso, y debíamos impedirlo o al menos demorarlo todo lo que durara el trabajo.
El frío ya no traspasaba mi dura piel, ni quemaba mis manos. Ya no gemía siquiera al caer de un barranco y hundirme en esa masa intermitente, pues no sentía dolor.
Así fue como una mañana amanecí convertido en perro.

Tan rápido, tan fortuito y tan inmensamente doloroso.

El precio a pagar

Aquél que de grado, sin coacción, es justo, no será desgraciado y no perecerá del todo. Mas el rebelde audaz que lleva una carga de tesoros injusta y violentamente acumulada, lo afirmo, con el tiempo amainará velas, cuando, roto el mástil, se apodere de él la angustia.

Llama a los que nada oyen, en medio del irresistible torbellino. Y el Destino se ríe del hombre insolente, viendo a aquél, que jamás se lo esperaba, abatido en medio de males sin remedio e incapaz de saltar por encima de la cresta de la ola. Su dilatada felicidad de antaño lo ha lanzado contra el escollo de la Justicia, y perece sin que nadie lo llore, sin que nadie lo vea.

Las Euménides
Esquilo


+Muchas veces es necesario que otra persona de cuenta de tus errores.

Nota al pie de página, y una subdivisión de ella

1

Lo primero que escribo es antonomacia, cayendo en que las "C" son siempre más formales y por ende más serias que las "S". Caigo en el error, pues la palabra es antonomasia, pero no es esto precisamente lo que busco sino la misma palabra acompañada de un por

Y dice lo siguiente:

por ~.
1. loc. adv. Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica.

Mi concepto al final no estaba tan errado, y la palabra se pronunciaba tal cual como yo lo hacía solo que con un poco más de seguridad en el tono.

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Subdivisión: Debía hacer patente el hecho de que fui la visita número 1000 de Naranjaz. Lo que hace de hoy un seudo aniversario, de poca importancia al lado del otro (que también fue hoydía).

Eso es todo por ahora, mejor termino con Hauser.

>anecdota para recordar<

Había llegado el día

ESE día.

del que tanto se habló y especuló.

Los preparativos venían hace ya un tiempo, y yo muy organizada pesqué el telefono un día X y marqué un número que ya se me hacía familiar. Era el de, para ese entonces, uno de mis mejores amigos. Temblorosa hablé, despacio, pregunté por él y al tenerlo al otro lado del auricular hice la pregunta...

Todo era adolescente en ese momento, con lo que esto implica: hormonas a full, vanidad, egocentrismo, etceteras.

Tenía los arreglos hechos, solo faltaba llamar a mi cómplice y esperar cuales damas antiguas, que nos recogieran los caballeros.

*Curiosamente para ese entonces la conocía muy poco, nos llevabamos bien pero no nos juntabamos mucho, quien se iba a imaginar que tiempo después, en 3º medio, iniciariamos una linda amistad.

Estabamos listas al fin, yo me sentía una mona al lado de ella emperifollada entera de pies a cabeza (bueno no fui la única jajaja). Y las horas pasaban, supusimos que demorarían en llegar, pero cuando el reloj marcaba las 9 me empecé a preocupar.

Dieron las 10 y nada pasaba, no habían señales de vida.

En un sobresalto decidí tomar el telefono y volver a marcar aquel número, nuevamente temblorosa pregunté por él, no sabía que me esperaba al otro lado del telefono... ¡Eran las 10 y tanto y él estaba muy prisco en su casa!. ¡Nosotras dos esperando como estatuas, con tacos y vestidos para que nos dejaran plantadas!

Nadie entendía nada y yo sentía ese escalofrío recorrerme entera.

El asunto ya había comenzado y gracias a Dios mi pareja venía en camino, pero el otro pelmazo no había hayao' na' mejor que irse a la playa (todo esto culpa de un GRAN malentendido).

Al final de cuentas que mejor que compartir, y más en una situación tan sorpresiva como esta...

Partimos cada una de un brazo (de aquel bendito hombre entre las mujeres) vestidas de gala, con zapatos de tacón, procurando aparentar una edad mayor a la que delatabamos.

Lo pasamos increible, mi pareja fue la mejor que pude haber tenido y las fotitos, dentro de todo, el mejor recuerdo patente.

¨Matías Schmidt y Pascual Mena. Fiesta de graduación 8º "B"