Ese día me había ido a caminar con reloj en mano.
2 horas fuera de casa, vagando por mi "condominio" si es que se le pueden llamar así a 200 parcelas separadas por kilometros de distancia.
Subí un cerro y vi el gran valle de Curacaví, la carretera a lo lejos traía a mi mente el desagradable sonido de los autos pasando a millas por hora.
Cuando volví mi reloj marcaba las 3:15, dos horas y cuarto caminando desde que salí de casa.
El resto del día transcurrió con particular lentitud, mi aburrimiento llegó a límites que solo conocí cuando chica. Mientras -punto aparte- esperaba esperanzada alguna señal de vida, mensaje, lo que fuera!
Paradójicamente al otro lado del auricular esperaban lo mismo (este no es el punto).
¿Cómo puede un llamado telefónico cambiar la disposiciónde un día?

Hace un rato había notado que el computador marcaba una hora distinta a la del teléfono, y no es que en mi casa las cosas funcionen a la perfección (¡en absoluto!), por lo mismo lo dejé pasar. Pero cuando me hicieron la pregunta de rigor, sentí la fuerte sensación de no existir.
"¿cambiaste la hora?"
En ese instante todo lo que había vivido durante el día, la caminata, las horas hechada en mi cama aburrida...dejaron de existir. Yo simplemente había no-vivido un día al pensar que la hora que marcaba mi reloj era la correcta.
Todo comenzó a dar vueltas
preguntas como : ¿quién soy? ¿cuál es mi fin en esta vida?
y otras tantas, emergieron de las profundidades de mi cabeza.
Sufrí una especie de amnesia...y casi me desmayo.
Lo pero no fue ESO
Lo peor fue cuando llegué ayer a Estación Central, y tuve que tomarme el bus a mi casa en plena oscuridad...oscuridad que antes se mostraba a las 10 de la noche...oscuridad que me aterraba mientras caminaba hacia el portón.

Una vez más te odio por hacer de mi vida un infierno, a ti por lo menos te quedan 3 meses para acostumbrarte a la idea de haber vivido 18 años en una mentira...eso NO es tan trágico!