donde me quedo dormida...

Últimamente he ido perdiendo la fe en este blog, cada vez que lo abro satisfecha y un poco orgullosa, caigo en cuenta de la triste realidad. La motivación a escribir algo, cualquier cosa, ya no es la misma de antes. Esa efusión mezclada con un poco de adrenalina que había en el comienzo ya termina por desparecer, y lo peor es que, si tenía un blog por darmelas de...cualquier cosa, resulta que ahora para ser bacán, alternativo o estiloso, lo que menos tienes que hacer es actualizar tu blog. Es como la muestra de que tu vida SI tiene sentido, la clara evidencia que gastas tu tiempo en cosas muchisimo más útiles que una simple paginilla en internet. Sea verdad o mentira lo cierto es que ESOS blogs terminan siendo igual visitados por la mera curiosidad de si "sigue existiendo" o ha publicado (está claro que después de un límite de tiempo que el blog está botado uno pierde las esperanzas). Otro punto desfavorable es que la gente, o mejor dicho el espectador, ya no se da (no voy a decir lata porque sería una contradicción) el tiempo para escribir y aportar alguna crítica o comentario constructivo, y en esto tomo el caso Naranjaz de lleno, y aunque no fuera constructivo creo importante para toda persona saber al menos que te están leyendo o no? Es como si le contaras una historia emocionantísima a tu novio y él siguiera viendo el futbol o pensando en economía (casos muy abusurdos, cotidianos, estúpidos...y NO mios) y no diera muestra de haberte prestado atencion (¡como el pico! perdonando la expresión). Pero porfavor, osea, me estoy refiriendo a un público tan común, heterogéneo, mutable e invisible como el internet. Si pensamos objetivamente ¿qué se le puede pedir realmente a un visitador de Blogspot? (sin desmerecer a nadie!), claramente hay gente que vaga por la red que sí tiene muchas cosas importantes que decir... casi TODO el mundo entra a internet, pero no precisamente a mi blog, por lo tanto el tema "deje su comentario" queda totalmenet obsoleto.
Ya no hay mucho que hacer, probablemente esto mismo que estoy escribiendo sea visto por una persona...(que conosco, y que puede ser que tampoco lo vea siquiera porque tiene mejores cosas que hacer).

Es un poco lo que pasó con el flog, que ya después de un tiempo de dejar de ver y compartir con tu potencial público, simplemente pasa al recuerdo y ya solo eres tu y las letritas de colores, que te recuerdan los tiempos en que era indispensable cambiar el fondo y tener buenísimas fotos que subir, por ELLOS, porque te debías a tu público. Yo se que muerte cerebral terminará por consumirse a si mismo, ya lo diagnostiqué y ahora espero la fecha para cometer eutanasia* (¿se escribe asi?).
Y lo más probable respecto a estropajos es que siga escribiendo quizas por nostalgia, quizas porque quiero, no va a ser lo último que trate de rescatar de la muerte...

(que cursi)

Esas cosas no se hacen.

Hedda Tesman (Claudia Di Girolamo):
Esposa de Jorge Tesman, aristocrática hija del general Gabler con unas características chocantes por no ser típica de la "mujer de la época", que se relacionaba de manera manipuladora con los demás personajes de la obra. Es una mujer fría y cobarde, que no se atreve a romper con su estatus social para realizar sus sueños, una frustración que le lleva a destruir todo lo que hay a su alrededor, incluso a ella misma ya que no soporta ver a nadie feliz.
Es una mujer atrapada entre dos realidades su ideal, un mundo lleno de belleza y de acciones sublimes, y su realidad una vida burguesa y mediocre.

Jorge Tesman (Willy Semler):
Doctor en estudios culturales, esposo de Hedda, loco de amor por ella, aspira ser ascendido en su trabajo y vive feliz, pensando que Hedda también lo quiere, y pensando que ya lo tiene todo.

Julia Tesman (Delfina Guzmán):
Tía de Jorge, se dedica a cuidar a la tía Rina y tiene un estrecho lazo de unión con su sobrino. También admira mucho a Hedda, a quien quiere ver embaraza pronto y quien no demuestra mucha simpatía con ella.

Señora Elvsted (Catalina Guerra):
Ama de llaves en la casa del juez, actual esposa del mismo, mujercita endeble, con facciones graciosas y suaves.

Juez Brack (Mauricio Pesutic):
Asesor, amigo del matrimonio Tesman y quien va desvelando la historia contando a Hedda todo lo que pasa en su ausencia, como lo que ocurre la noche en que van a casa del juez o lo que le sucede a Ludvorg.

Ejlert Lovborg (Francisco Melo):
Amigo escritor de Jorge, su papel es fundamental, un bebedor que deja la bebida con ayuda de Thea Elvsted antigua compañera de estudios de Hedda, con quien escribe un manuscrito que deja fascinado a todo el mundo, es antiguo amante de Hedda y resulta ser el causante de que Thea renuncie a su marido dispuesta a seguirle ya que se enamora de él al darle este clases particulares.

Berta (Cristina Aburto):
Criada del matrimonio Tesman, de alguna edad, con aspecto ordinario y rústico.

Rina Tesman:
Tía de Jorge, esta enferma y solo se la pasa acostada en su cama, casi al final de la obra muere.

Entre el escenario y las butacas, una malla blanca da otro gramaje a la obra al igual como en EEUU lo hiciera con Cate Blanchet como Hedda Gabler en la obra homónima del noruego Henrik Ibsen.

Cada vez que veo actuar a Pancho Melo, más me gusta y más increible lo encuentro. No puedo creer que la heroína de las teleseries de TVN, pareja eterna de Francisco Reyes (quien compartia con nosotros las butacas como espectador), ya tenga 50 años. ¡Como pasa el tiempo!

Del lat. rememoráre

Hay ciertos días en que uno, inevitablemente, está predispuesto a traer a la memoría ciertos eventos. Hoy le tocó a mi viaje de estudios, quizas por el mail que me llegó de Mendoza.

Abrí la carpeta perdida "Viaje de Estudios" que estaba tirada por ahí entre otras carpetas de poca importancia.

Presionaba la flechita azul como poseída por el ansia, pero lo más gracioso era que en vez de calmarme iba tomando velocidad y ya no era apreciar cada foto por su significado sino hacer de ellas una secuencia, un video que me llevara de vuelta a esos grandiosos momentos. Para mi tristeza, las fotos se terminaron mucho antes de lo especulado y preferí no abrir la sub-carpeta que me traería aún más recuerdos...de lo que sucedió después.

Mis compañeras, mis guías, mis paisajes, mi antología de imagenes y mis pedacitos no solo de mundo, más importante aún. De tiempo.

Me gustaría poder mostrale a alguien esas fotos, aún sabiendo que para nadie van a significar lo que significan para mi.

(haciendo el ridículo con los lentes de Pedro, y la cami)

¡epa!

Con lo dificil que están las cosas y el colapso que abunda en cada rincón de la cuidad, de todas formas tomo mi libro en la estación de metro y no espero que pase un minuto para empezar a hojearlo. Hoy, como muchos otros días, me bajó la desagradable "nostalgia" por Santiago al ir exactamente en un colectivo frente al Hotel Jaiat (quien sabe como se escribe esa wea) cosas que pasan de repente al saber que desde ahí el trayecto no se acorta, sino parece más largo que al salir. Aún así lo que nunca me abandona (por más que quiera) es ese extraño nerviosismo, como una especie de depredador al acecho, me pilla desprevenida y al notarlo mis dedos ya están descarnados o mi boca sangrando. Es algo común ya en mi condición. El camino sin duda va haciendo A la persona, me es usual también colocar el volumen del mp3 a full para olvidarme del miedo al cruzar ese kilometro a oscuras para llegar a mi casa. Miles de costumbres ridículas, algunas mas concientes que otras claro, pero costumbres al fin y al cabo.
Hay un par de cosas a las cuales no puedo simplemente acostumbrarme y es también porque no quiero hacerlo.

Comencé subiendo una foto que pensé podría gustarle a una persona en particular, sin tener ni la más remota idea sobre que escribir. Dicen por ahí que los hechos hablan por si solos, no es quizas el mismo contexto, pero esta vez así lo hicieron.
Terminé por sacar la bendita foto ya que de ninguna forma se relacionaba con el texto...una pena.

a ti, que me haces hablar

Te informo desde ya... que soy un tanto temperamental.

Ese día me había ido a caminar con reloj en mano.
2 horas fuera de casa, vagando por mi "condominio" si es que se le pueden llamar así a 200 parcelas separadas por kilometros de distancia.
Subí un cerro y vi el gran valle de Curacaví, la carretera a lo lejos traía a mi mente el desagradable sonido de los autos pasando a millas por hora.
Cuando volví mi reloj marcaba las 3:15, dos horas y cuarto caminando desde que salí de casa.
El resto del día transcurrió con particular lentitud, mi aburrimiento llegó a límites que solo conocí cuando chica. Mientras -punto aparte- esperaba esperanzada alguna señal de vida, mensaje, lo que fuera!
Paradójicamente al otro lado del auricular esperaban lo mismo (este no es el punto).
¿Cómo puede un llamado telefónico cambiar la disposiciónde un día?

Hace un rato había notado que el computador marcaba una hora distinta a la del teléfono, y no es que en mi casa las cosas funcionen a la perfección (¡en absoluto!), por lo mismo lo dejé pasar. Pero cuando me hicieron la pregunta de rigor, sentí la fuerte sensación de no existir.
"¿cambiaste la hora?"
En ese instante todo lo que había vivido durante el día, la caminata, las horas hechada en mi cama aburrida...dejaron de existir. Yo simplemente había no-vivido un día al pensar que la hora que marcaba mi reloj era la correcta.
Todo comenzó a dar vueltas
preguntas como : ¿quién soy? ¿cuál es mi fin en esta vida?
y otras tantas, emergieron de las profundidades de mi cabeza.
Sufrí una especie de amnesia...y casi me desmayo.
Lo pero no fue ESO
Lo peor fue cuando llegué ayer a Estación Central, y tuve que tomarme el bus a mi casa en plena oscuridad...oscuridad que antes se mostraba a las 10 de la noche...oscuridad que me aterraba mientras caminaba hacia el portón.

Una vez más te odio por hacer de mi vida un infierno, a ti por lo menos te quedan 3 meses para acostumbrarte a la idea de haber vivido 18 años en una mentira...eso NO es tan trágico!

americanway

En un afán por escribir algo mejor, se me han borrado todas las ideas de la cabeza, y sin una solución (fácil) a mano, me pongo a escribir w e a s. (a pensar weas porque, como ven, no escribí nada)

llenar el espacio es casi tan efectivo como salir a caminar, te lo dicen mis pies hinchados.

Una última cosa:

hay que ser más pornográficos

"comando Metro"

Es usual, para quien usa el metro diariamente, ser víctima de situaciones "peculiares". De estas las más comunes son quedar atrapado en un vagón minutos eternos o subirse con algún personaje particular que, o habla solo o sufre de estrés diarréico. Ambos casos no superan en desagrado el atochamiento de la hora "pic". Ahora si a esto le suma los casos anteriores, pasa lo siguiente...

Llegué a E. Militar y para mi NO sorpresa el

metro estaba RE PLE TO, la gente salía hasta de las grietas del piso. Perfecto, compré mi boleto y subí al primer tren que llegó, un par de empujones y manoseos (eso es lo de menos, siempre pasa jijijijiji) y ya estaba de pie apoyada en la puerta opuesta. Siguiente estación, se RE llena "no importa-pensé- más que esto no creo que se llene...".

El Golf

TOBALABA!

Las puertas se abrieron y todo se volvió inhumano, parecíamos un tren de la 2 guerra mundial (Y piden que "compartamos nuestro metro cuadrado" PPFF! eramos ganado). Tenía una mujer a mi lado que pasaba su brazo frente a mi nariz para afirmarse, otra al frente que cruzaba el suyo por sobre el de la otra señora para agarrarse también, un viejo ponía su nuca en mi cara (o lo que quedaba de ella), entremedio un rastafari sentado a mis pies, y yo tratando de sacar oxígeno del aliento de cientos de pasajeros sudosos.

Pasaban las estaciones, en algunas sentía una enorme presión desde mi cuello hasta mi abdomen, otras "lisa y llanamente" la gente NO SE MOVÍA. Yo mientras subía el volumen del mp3 para abstraerme lo más posible de la situación y del murmullo constante.

La moneda, mucha gente tratando de entrar a la fuerza "señores pasajeros-se escuchó en el altavoz- les rogamos a todos aquellos que no alcanzaron a subir al tren, que se alejen de las puertas"
nada.

"señores pasajeros-la misma voz- porfavor manténganse detrás de la línea amarilla"

nada y silencio dentro del tren.

"además se les avisa a todos los pasajeros que el siguiente tren viene vació...CAMBIO"

Una carcajada inundó el tren de extremo a extremo, toda la gente apretujada se miraba entre ellos sonriendo y comentando la absurda equivocación del "conductor". Un aire de familiaridad recorrió los vagones, ahora se podía hablar, respirar, estabamos todos (irónicamente) más relajados.

Igual no duró mucho, para la siguiente estación estuvimos un par de largos minutos en el túnel por "problemas técnicos" y así sucesivamente hasta Estación Central donde se suponía que el tren se vaciaba...pero NO sucedió.

Eran ya Las Rejas y el tren seguía como cuando salimos de E.Militar. Menos mal yo me bajaba en Pajaritos (2 antes de que se acabe el recorrido)

Ahora sabes una de las razones por las cuales hago pataleta antes de irme de tu casa.

el grillo literato

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un día

(música agradable)

Se acostó pensando que una sola pared los separaban, era casi gracioso (no sería casi si al menos en ese momento hubiera podido reírse) pero no. Intentó con gran esfuerzo cerrar los ojos y conciliar al fin el sueño, se revolvía en la cama de un lado a otro. En cuanto la almohada se calentaba con su cabeza, daba vueltas. Trató de ir relajando cada músculo (eso siempre resultaba) pero esta vez no. Finalmente cayó comprendiendo que ya no había más remedio que resignarse a lo que era, que eso era todo y nada más (y tantas cosas más eran en verdad). Pasó un rato ¿cuánto? unas 5 horas quizas un poco más, y tenía sed. Podría haber seguido durmiendo, pero se levantó. Buscó en la oscuridad algo que ponerse en los pies, pero optó por caminar descalza. A tientas llegó al baño (vio la puerta entreabierta pero giró) y prendió la luz, tomó agua sintiendo la sabrosa satisfacción del líquido frio mojando su garganta. Salió. Caminó. Oyó un ruido que la asustó y corrió a su pieza. Pasó un rato ¿cuánto? 5 minutos quizas un poco más, y alguien entró. El nerviosismo la tenía vuelta loca, pero el encuentro con su hermana había logrado poner sus pensamientos un poco más en tierra. Se acercó lentamente a la puerta entreabierta, esbozó una sonrisa al verlo dormir. Casi arrastrandose se acercó sin hacer ningún ruido (eran solo dos personas en pie y no buscaban despertar a nadie más), cuando estuvo al frente, con la misma cautela, le dio un tímido beso en el pelo sabor a sal y arena, pero fuera de sus intenciones él se levantó. Como si siempre hubiera estado despierto, como si la hubiera escuchado entrar, la miró fijamente sin muestra de asombro alguno. Ella reaccionó a retroceder rápidamente casi asustada (este casi es más certero porque realmente lo sintió) y solo pronunció - tutito!-. Se puso en cuclillas sin dejar de mirarlo a los ojos hasta que él nuevamente en un rápido movimiento, volvió a caer en el colchón. Lo demás no lo supo porque para ese entonces ya se encontraba en su cama con el corazón en la mano y una sonrisa de oreja a oreja. Era real. Volvió a caer, pero esta vez en más pesado sueño, y no volvió a soñar con él esa noche. Igual que su sed, ya estaba saciada.
A la mañana siguiente todo pasó como si nada hubiera pasado...tu sabes
a que me refiero.



¿estoy loca? dime que sí.