1.3.07

un día

(música agradable)

Se acostó pensando que una sola pared los separaban, era casi gracioso (no sería casi si al menos en ese momento hubiera podido reírse) pero no. Intentó con gran esfuerzo cerrar los ojos y conciliar al fin el sueño, se revolvía en la cama de un lado a otro. En cuanto la almohada se calentaba con su cabeza, daba vueltas. Trató de ir relajando cada músculo (eso siempre resultaba) pero esta vez no. Finalmente cayó comprendiendo que ya no había más remedio que resignarse a lo que era, que eso era todo y nada más (y tantas cosas más eran en verdad). Pasó un rato ¿cuánto? unas 5 horas quizas un poco más, y tenía sed. Podría haber seguido durmiendo, pero se levantó. Buscó en la oscuridad algo que ponerse en los pies, pero optó por caminar descalza. A tientas llegó al baño (vio la puerta entreabierta pero giró) y prendió la luz, tomó agua sintiendo la sabrosa satisfacción del líquido frio mojando su garganta. Salió. Caminó. Oyó un ruido que la asustó y corrió a su pieza. Pasó un rato ¿cuánto? 5 minutos quizas un poco más, y alguien entró. El nerviosismo la tenía vuelta loca, pero el encuentro con su hermana había logrado poner sus pensamientos un poco más en tierra. Se acercó lentamente a la puerta entreabierta, esbozó una sonrisa al verlo dormir. Casi arrastrandose se acercó sin hacer ningún ruido (eran solo dos personas en pie y no buscaban despertar a nadie más), cuando estuvo al frente, con la misma cautela, le dio un tímido beso en el pelo sabor a sal y arena, pero fuera de sus intenciones él se levantó. Como si siempre hubiera estado despierto, como si la hubiera escuchado entrar, la miró fijamente sin muestra de asombro alguno. Ella reaccionó a retroceder rápidamente casi asustada (este casi es más certero porque realmente lo sintió) y solo pronunció - tutito!-. Se puso en cuclillas sin dejar de mirarlo a los ojos hasta que él nuevamente en un rápido movimiento, volvió a caer en el colchón. Lo demás no lo supo porque para ese entonces ya se encontraba en su cama con el corazón en la mano y una sonrisa de oreja a oreja. Era real. Volvió a caer, pero esta vez en más pesado sueño, y no volvió a soñar con él esa noche. Igual que su sed, ya estaba saciada.
A la mañana siguiente todo pasó como si nada hubiera pasado...tu sabes
a que me refiero.



¿estoy loca? dime que sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

WEON!!! SOÑE QUE!!!!!!!!!!!

te detesto...


ajajajajajajaajaja

una sonrisa de oreja a oreja =)